viernes, 8 de junio de 2018

Quemador de Hornillo de campaña: MANTENIMIENTO

Izquierda: quemador de hornillo de gas, sin su bombona. Derecha: tradicional hornillo de alcohol casero elaborado con dos latas y diez dedos en cada mano.

El hornillo de campaña es más propio del montañismo, para afrontar etapas de una expedición.
Sin embargo, es frecuente sucumbir a la tentación de incorporarlo al inventario que se portará en una operación de simulación militar. En tal caso, por pequeño que sea el volumen, una opción es que el binomio (o la escuadra) elija quién lleva el aparejo y se ocupe de él.

Al igual que en el montañismo, lo recomendable es emplear hornillos muy pequeños, minimalistas, con quemador y bombona de reducido volumen y peso, muchas veces unidos por una goma por la que circulará el gas.
Hay gente, muchas veces autoproclamados referentes del miljim, a los que no es difícil ver con voluminosos equipos de camping gas. Esto, como ocurre con colchones hinchables, tiendas de campaña tamaño hotel y demás zarandajas, a mí me da malas vibraciones... premonición de finales prematuros. Acampada con ponys y tarta de manzana, mal asunto.
Sigo pensando que lo más adecuado para s.m. es el hornillo Esbit de tota la vida o los de alcohol. Pequeños, ligeros, versátiles, desechables, fáciles de fabricar.

El hornillo de gas, para el montañismo. Como he señalado antes, se suele emplear las versiones con quemador y bombona pequeñas, a ser posible unidos con un tubo.
Bien, mas este chisme no es desechable. Hay que hacerle un mantenimiento que variará en función de la calidad del chisme.

Si el quemador no enciende pese a estar bien alimentado con gas, o si queremos prevenir fallos, hay que desmontarlo y realizar unas operaciones muy sencillas: desmontaje, limpieza, engrase, montaje.

1. Desmontamos la bocacha y los accesorios desenroscándola

2. Desenroscamos el quemador en sí, esa pieza color cobre. Sobre el terreno se puede hacer con una cuchara, o un alicate.


3. Pasamos un alambre de cobre por el orificio de esa minúscula pieza para limpiarlo.

4. Limpiamos y lubricamos con grasa de teflón en las siguientes "roscas":

5. Volvemos a montarlo todo otra vez recordando que el par de apriete no ha de ser excesivo.
Especialmente el tornillo que sirve para regular el gas (el que en la foto aparece con una especie de aro de metal), que es sólo eso, un regulador. No hay que apretar en exceso.

6. Una vez montado el quemador, le acoplamos la bombona y, con el regulador en posición de "gas cerrado", comprobamos que no haya fugas con espuma de jabón y una esponja. Si se inflan burbujas de jabón, ahí habrá una fuga.


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