miércoles, 11 de julio de 2018

Manejándose con el PONCHO (I)

El Poncho, qué cosa. Al igual que una bolsa de plástico, el poncho es versátil, barato, ligero, confortable... indispensable. Todo son virtudes.
Mas, como todas las cosas, no basta con comprarlo. Desembolsar su precio no otorga por arte de magia la capacidad de conocer en profundidad ese objeto tan útil.

Directrices básicas

1. Siempre a mano.
2. Ha de cuidarse. No tensarlo en exceso. Evitar en la medida de lo posible pincharlo o erosionarlo. Guardarlo cuando esté seco. Si se ha andado por sitios sucios o con mucho parásito, lavar y desinfectar como si de nuestra ropa o cuerpo se tratara cuando todo haya acabado.
3. Sirve para desplazarse sin mojarse. Una vez vestido, el excedente de material hay quien lo recoge ciñéndoselo a la cintura con una cuerda o similar.
4. Sirve para montar un vivac y otras muchas cosas más que merecerían un capítulo aparte (recoger agua, amasar pan, pescar, camuflar algo -ideal en estos tiempo en los que incluso el vivaqueo suele estar prohibido en muchos montes (€€€€)- , impermeabilizar, hacer una piscina para los críos, embalar y transportar cosas o alimentos de la tierra rápidamente, etcétera...).
5. Su diseño suele ser modular, es decir, se puede unir a otros ponchos para configurar una cosa más grande.
6. No es un paracaídas... aunque todo puede andarse :)


Cómo suele transportarse cuando no se está usando:

a) Enrollado y fijado en la parte superior del macuto. Envolviendo incluso alguna prenda u objeto que no queremos que se moje y que vamos a utilizar en breve. Esta opción suele escogerse cuando uno es muy perezoso para plegarlo después de usarlo XD, cuando el poncho está mojado y queremos que se seque, o bien cuando, tras recogerlo, es inminente su uso más adelante.




b) Plegado y enfundado. Dentro de la mochila, en un lugar de rápido y fácil acceso. Esta opción es la apropiada para cuando no es inminente la tormenta o cualquier circunstancia que apremie su uso.


Cómo se plega un poncho

Una forma es memorizar cómo venía doblado de fábrica.

Otra forma:


Poncho desplegado en forma de refugio estándar
Extendemos el poncho con el gorro hacia el exterior y abrochamos los corchetes laterales
Plegamos ambos lados hacia la mitad. Y doblamos el gorro hacia el cuerpo también.
Volvemos a plegar los lados hacia la mitad
Plegamos el conjunto por la mitad
Presentamos la funda. La anchura del poncho semiplegado no debe superar la de la funda.
Plegamos las puntas teniendo en cuenta que cada doblez debe ser igual que la longitud de la funda.
Volvemos a plegar por el centro y ya lo tenemos listo para enfundar.
Introducimos el poncho ya plegado así, con las puntas hacia el exterior. En medio siempre podemos guardar algo frágil dado el caso.
Fin. Y lo barato que nos ha salido.